Si una cosa nos ha enseñado a muchos la pandemia y el teletrabajo es que trabajar desde casa no es tan sencillo como imaginábamos.
Si el trabajo remoto siempre ha parecido como una especie de mejora o beneficio respecto al trabajo presencial, la pandemia y la obligación de muchas personas de trasladarse al trabajo a través de Internet desde sus hogares, ha traído consigo la constatación de que no es oro todo lo que reluce.
De hecho, una de las constantes más habituales en los últimos meses, tras la progresiva apertura de 2021 en lo laboral, ha sido cierta sensación de alivio en muchas personas que no se habitúan a trabajar desde sus propios hogares.
¿Por qué no es fácil trabajar desde casa?
No resulta sencillo trabajar desde el propio hogar por diversos motivos, pero, si tuviéramos que citar tres fundamentales serían los siguientes:
No estamos acostumbrados a relacionar nuestro espacio seguro con una zona de trabajo: esto es un aspecto psicológico muy importante. Generalmente el ser humano necesita espacios seguros, zonas de confort y la presencia de la obligatoriedad del trabajo, las rutinas y el esfuerzo no casa muy bien con el concepto de confort o tranquilidad.
Resulta complejo establecer zonas de trabajo: para la mayoría de personas no vale con trabajar en cualquier lugar, es necesario tener zonas propias en las que, de manera limitada, poder ejercer su profesión. En un domicilio, no preparado para ello, es complejo, por lo que se hace difícil trabajar en situaciones poco cómodas y muchas veces improvisadas.
Mayor dificultad en aplicar horarios y rutinas: existe mayor dificultad a la hora de establecer horarios y rutinas. Esto tiene mucha lógica si pensamos que en nuestro hogar la posibilidad de procrastinar es muy superior a la de hacerlo en un entorno de trabajo regulado. Por ello, resulta importante que se valore de manera positiva todo lo que induce a tener hábitos o costumbres, algo que se considera básico para el teletrabajo.
Tres claves rápidas para teletrabajar
Realmente los consejos básicos para trabajar desde el hogar no son complicados y comenzarían, siempre, por cuestiones tan elementales como las siguientes:
- Crear un buen espacio: es necesario crear en el hogar un entorno realmente adecuado para poder trabajar. Tener un espacio propio de trabajo es fundamental
- Generar hábitos: los hábitos son otra parte imprescindible a tener en cuenta cuando se habla de este tránsito al trabajo en el hogar. Tener horarios, y respetar dichos horarios, es fundamental para comenzar con buen pie el teletrabajo
Distinguir entre trabajo y ocio o tareas domésticas: probablemente, de todo lo anterior esto es lo más difícil y complejo, a la vez que lo más sencillo ya que es un resumen de los dos puntos anteriores. Se trata de poder aplicar la lógica de la necesidad profesional y no ceder al impulso del ocio o de las tareas domésticas más cercanas ya que, todo esto si no se coordina bien irá en contra de la productividad.