Beneficios que otorga la jubilación

La jubilación es el fin de una etapa laboral de décadas de duración. Un paso en la vida que a muchos puede llegar a causarles tristeza, incluso. No obstante, hay que tener siempre presente que el final de una etapa no es sino el principio de otra nueva, y mucho mejor. 

Es por esta razón que en este artículo vamos a repasar todos los pros que encontraremos en el momento de la jubilación. Al jubilarnos, podremos disfrutar de una serie de beneficios que, en muchos casos, se traducen en bonificaciones o descuentos en momentos de ocio, viajes, compras, etc. 

El lado bueno de la jubilación

En el momento en que damos el paso de jubilarnos, con cierta tristeza por el fin de una etapa y con algo de recelo acerca de la que va a comenzar, tenemos que tener en cuenta una serie de ventajas

 

  • El ocio se ve especialmente beneficiado en el momento en que nos jubilamos. Surgen viajes a precios muy asequibles por parte del IMSERSO, pudiendo visitar un amplio catálogo de destinos que quizás no hayamos tenido tiempo de ver hasta ahora. También numerosas empresas privadas ofrecen descuentos en este sentido. Se puede disfrutar, además, de descuentos para el cine, el teatro, los museos, etc.

 

  • En lo que a salud se refiere, cada vez más se están ofreciendo buenas ofertas para personas en edad de jubilación.

 

  • El transporte también dispone de descuentos y ventajas para las personas jubiladas. Estas dependen de la comunidad en la que nos encontremos, pero por lo general pueden alcanzar hasta un 90% de descuento respecto al precio base.

 

  • Si lo que queremos es mantenernos en forma, podremos acceder a gimnasios públicos por precios realmente asequibles a través de los descuentos y las ofertas.

 

  • En cuanto a las compras, es posible recibir muy buenas ofertas en supermercados, centros comerciales, tiendas, etc. Por ejemplo, por medio de las tarjetas de fidelización.

 

Qué ocurre si retrasamos la jubilación

El hecho de retrasar nuestra jubilación puede aportarnos también muchas ventajas a la larga. Y es que, para empezar, conseguiremos aumentar la prestación por jubilación. Con esto, la conseguiremos mejorar de un 2% a incluso un 4% una vez superemos la edad de jubilación. Cuantos más tiempo podamos trabajar tras cumplir la edad de jubilación, mayor porcentaje de mejora conseguiremos para la prestación.

Es decir, si cumplimos un periodo mínimo de 25 años cotizando al haber alcanzado la edad necesaria para la jubilación, el porcentaje de mejora será de un 2%. De 25 a 37 años cotizados, el porcentaje sube a un 2,75%, y si son más de 37 años, se alcanza el 4% esperado.

No obstante, retrasar la jubilación también tiene sus inconvenientes. El principal, es que no vamos a poder conseguir traspasar el límite de la pensión si ya hemos alcanzado el máximo, por mucho que nos podamos aferrar a la bonificación por retraso de jubilación. Puede pasarnos factura también el hecho de trabajar más años de lo debido en lo que a salud y nuestro propio bienestar se refiere.

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