En algunos casos, es posible que se puedan revisar los correos electrónicos de la empresa o la cuenta de WhatsApp asociada a un teléfono corporativo.

Las compañías suelen proporcionar correos electrónicos corporativos a sus empleados para facilitar la comunicación interna. Sin embargo, la empresa no puede revisar el correo de sus trabajadores sin una causa justificada. 

¿Es posible que la empresa revise correos de sus empleados? 

Si el correo electrónico es de la empresa y los mensajes de WhatsApp corresponden a un teléfono propiedad de la compañía, la empresa puede tener acceso a ellos en ciertos casos, como en el caso de que haya conocido accidentalmente un hecho específico y necesite leer los correos electrónicos del empleado para investigar.

La empresa solo puede revisar los correos electrónicos o mensajes de WhatsApp de un trabajador en caso de que exista una “prueba indiciaria”, lo que significa que han tenido conocimiento de un hecho concreto de forma accidental y necesitan leer los mensajes del empleado como parte de una investigación. Sin embargo, deben filtrar los mensajes para enfocarse solo en aquellos que puedan estar relacionados con la prueba en cuestión.

Hay un caso judicial en el que una empresa tuvo éxito al revisar los correos electrónicos de un empleado. Descubrieron indicios de que el trabajador estaba recibiendo dinero de proveedores a cambio de permitirles prestar servicios a la empresa.

El hecho se produjo cuando los correos electrónicos se dejaron impresos en papel y otro empleado informó a sus superiores. La empresa investigó los proveedores implicados y sus comunicaciones con el trabajador a través de su correo electrónico. En este caso, la revisión de la empresa fue legalmente justificada y, por tanto, el despido del empleado fue procedente.

Ante todo, la empresa no debe vulnerar la intimidad de sus empleados

Es importante destacar que en ningún caso la empresa puede vulnerar el derecho a la intimidad del trabajador revisando todas sus comunicaciones sin una causa justificada.

Hay casos judiciales en los que una empresa revisó el correo electrónico de un empleado buscando un hecho concreto, pero lo hizo sin seguir un patrón adecuado y sin informar a la representación legal de los trabajadores. 

En esta situación, si la empresa lee todos los correos electrónicos del trabajador y descubre información irrelevante, como la visualización de contenido sexual durante el horario laboral, y luego despide al trabajador por ese motivo, el despido sería improcedente debido a la vulneración del derecho a la intimidad. 

Este derecho está protegido por la Ley Orgánica de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales. En este caso, la empresa se valió de un posible hecho indiciario que resultó no ser tal para buscar una causa de despido diferente a la originalmente pensada.